Es un problema común para todas las economías regionales. El dólar desfasado y la inflación interna restan competitividad a los productos locales. El ajo argentino no escapa a esa situación, existiendo gran preocupación e incertidumbre en el sector ante la falta de mercados para ‘colocar’ la producción, apunta la edición web del diario ‘Los Andes’.
Hasta el momento, los exportadores de ajo de la provincia de Mendoza no han cerrado operaciones y esperan la “reacción” de Brasil y Europa -los principales compradores del producto-, al tiempo que advierten de que deben enfrentarse a una fuerte competencia de parte de China y España.