España, el país con más extensión de viñedos del mundo, se ha convertido en 2013 por primera vez en el mayor productor vinícola superando considerablemente a Francia e Italia, sus principales competidores. Asimismo, respecto a 2012 la producción ha aumentado un 41%, disparando el consumo de esta bebida tan codiciada y convirtiéndose en un mercado estable, según datos del Ministerio de Agricultura.
Además, en los últimos años las bodegas han reformado sus estructuras para acoger en las instalaciones a un público, cada vez más numeroso, interesado en la cultura enológica. Este tipo de turismo alternativo y saludable, que cada vez tiene más éxito, tiene nombre propio: enoturismo.